“ El barco de la muerte” es una de las primeras novelas escritas por el novelista mejor conocido como Bruno Traven, que , si bien fue nacido en Alemania, es reconocido por demás novelas en donde se pone en manifiesto la situación política y social de México en las primeras décadas del siglo XVIII.
La novela se encuentra dividida en tres libros con 22 capítulos los dos primeros y sólo 6 capítulos el restante.
El primero de dichos apartados habla del vagabundeo de un protagonista marinero de un país a otro, sobreviviendo a base de narraciones y peripecias a causa del abandonó en que lo dejó el barco del que procedía.
Los próximos 21 capítulos narran todo lo referente al “barco de la muerte”, desde la llegada del protagonista a él hasta el odio e irónico amor que llega a sentir por él y demás personajes dentro del temible barco.
El desenlace lo abarcan los últimos 6 capítulos, principalmente narrando la tragedia en la que se ve involucrado el marinero, dejándonos un desenlace sin bien no totalmente marcado, sí predecible hasta cierto punto.
INTRODUCCIÓN.
“El que aquí entra, deja de existir”.
Dicha es la frase que se dentro de la novela se encuentra al abordar el barco protagonista, el cual es abordado por el marinero en tema.
Se toma como principal protagonista a un marino americano conocido en la mayor parte del relato con el sobrenombre de “Pippip”, quien claro está, es el que narra la historia. Cosa importante es que toma a cada barco como un sujeto, describiendo la personalidad de estos desde su punto de vista.
El nombre de nuestro barco preferido es “Yorikke”, teniendo un aspecto tan desgastado y enigmático que logra llamar demasiado la atención de nuestro protagonista.
No se puede olvidar mencionar a su compañero y quizá hasta amigo Stanislav, pues juega un papel crucial en los pensamientos de Pippip mostrándole una oportuna ayuda desde su arribo al barco hasta los últimos renglones de la narración.
Como casi toda novela, aparecen un número mayor de personajes secundarios a lo largo de esta.
DESCRIPCIÓN.
Un marino americano viaja en un barco de clase alta llamado “Tuscaloosa” hasta llegar a un puerto en Bélgica, baja a tierra firme por un par de horas para encontrarse con una chica con la que se entretiene un par de horas. Al regresar al embarcadero, descubre que el barco ha zarpado sin él.
A partir de aquí empiezan las peripecias del chico, siendo desterrado de un país tras otro, pues para las leyes del tiempo se necesita un pasaporte o una tarjeta que lo acrediten como lo que es, para lograr demostrar que existes.
Sin lograr sacar un pasaporte y claro, un trabajo, narra historias extraordinarias de sus viajes a turistas para ganar dinero, sin embargo, sigue sin ser “alguien” para esa sociedad.
Por fin llama su atención un barco desgastado y de aspecto dominante en un puerto, que tras pedir trabajo y pensarlo unos segundos que en sus pensamientos se convierten en eternidad, decide enrolarse en él, pensando que bajaría en algún puerto de su país.
No pasa mucho tiempo para descubrir las artimañas que se necesitan para sobrevivir en un círculo en el que la vida de un hombre no es tan relevante. La comida es mala y escasa, el descanso es casi nulo, en fin, cubrir las necesidades básicas se convierte en un suplicio.
Su trabajo consiste en rellenas las calderas de vapor, trabajo que por supuesto se convierte en un martirio en las condiciones del barco y en el tiempo exigido.
Sin embargo, a pesar de ser un tipo de carácter fuerte y vivaz, sus pensamientos vagan en el mar, declarando un gran amor por el temeroso barco, conociendo la personalidad de este, pensando que cada rechineo es una revelación del barco, conociendo trágicas historias de anteriores tripulantes, recordando imágenes de su país, etc.
Pasa un tiempo antes de acostumbrarse a la vida dentro del lugar, conociéndolo, planeando la casi imposible huida, cuando confiesa sentir el presentimiento de un suceso hacia el impotente barco: su hundimiento a manos del propio capitán para cobrar su seguro sin importar la muerte de los tripulantes.
El caso se sale de control, y terminan muriendo todos a excepción de nuestro protagonista y su más cercano compañero. Antes de naufragar por días, gozan de banquetes como jamás en su vida, beben y beben, hasta que su naufragio se hace insoportable.
En sus alucinaciones, presencia la muerte de Stanislav, imaginándolo en una vida mejor, imaginándose él en una vida mejor, imaginando barcos, muelles; imaginando lo que fue.
CRÍTICA.
¿Es posible ser indiferente a un relato como tal? Es contrastante encontrarse con los sentimientos de enojo, la vida pasada y los tristes y desesperantes vagabundeos del marino y sin embargo observar como su fuerte carácter sólo le permite pensar en el siguiente paso que dará al momento.
Es hasta cierto punto interesante leer a una persona que a pesar de sólo dedicarse a sobrevivir puede tener pensamientos tales.
Considero muy interesante cómo se muestran situaciones y sentimientos tan opuestos al mismo tiempo, cómo es que se entrelazan y cómo el interior de un hombre puede volverse tan duro y sensible a la vez, cómo podía ser la vida de un hombre y cómo los intereses de cada uno cambian gradual y contrastantemente.
CONCLUSIÓN
Contar o entender una historia como la que nos relata Traven, nos da una pauta para la imaginación y la construcción de toda una vida con un ideal firme que presenta grandes divagues, y que incluso llegar a terminar con la memoria razonante a un hombre, pero que a la vez lo llevan a la libertad, en el sentido de desconocer lo complejo y vivir libre, aunque de una forma muy efímera y fugaz
Una historia que nos cuenta una vida como la que se vio en la novela, nos ayuda tanto a comprender el valor del ser humano viviendo como parte de una sociedad, pero a la vez nos ayuda a entender por qué la dinámica de vida de los hombre tienes que realizarse como un ente social.
BIBLIOGRAFÍA
Traven,Bruno.(1926). El barco de la muerte(Décima edición). México, D.F.: Compañía General de Ediciones
El libro consta de 426 páginas.
